En el presente artículo, vamos a hablar sobre los diferentes tipos de estructuras y cubiertas que tienen las naves industriales. Es clave ilustrar ello, ya que es muy importante para ti y para nosotros saber qué es lo que necesitas exactamente.
Las estructuras son fundamentales en una nave industrial, esto por varias razones:
Uno, porque proporciona estabilidad y soporte, los cuales son necesarios para resistir las cargas de la misma estructura, otorgando seguridad y protección de cualquier agente externo y del mismo clima.
Dos, porque brindan adaptabilidad y flexibilidad, pues estas se pueden adecuar en la medida de tus necesidades, teniendo la posibilidad de realizar modificaciones sin comprometer la integridad de la nave, lo que proporciona una mayor vida útil y versatilidad a largo plazo.
Tres, porque su espacio es perfectamente aprovechable, ya que se puede maximizar el espacio utilizable dentro de la nave industrial, esto en principio, porque al utilizar columnas, vigas y otros elementos estructurales, se pueden crear grandes áreas libres de obstrucciones, lo que facilita el movimiento de personas, equipos y mercancías.
Tipos de estructuras en naves industriales
Teniendo un poco claro algunas de sus ventajas, a continuación, hablaremos sobre los diferentes tipos de estructuras que existen de naves industriales:
Estructura metálica
Una nave industrial con estructura metálica ofrece varias ventajas significativas, en comparación con otros materiales de construcción.
Estas suelen ser resistentes y duraderas, dado a que tienen una relación resistencia-peso muy alta, lo que traduce una mayor capacidad para soportar grandes cargas sin ser excesivamente pesadas.
Gracias a su diseño, es posible contar con amplios espacios interiores sin necesidad de utilizar pilares o columnas intermedias, lo que maximiza el espacio utilizable, a eso hay que sumarle el hecho de que son resistentes al fuego, pues en caso de que se produzca un incendio, el cuerpo de la estructura no se deteriora fácilmente.
De igual manera, este tipo de estructuras son altamente adaptables y flexibles en términos de diseño y configuración, todo gracias a que los metales pueden ser cortados, soldados y moldeados fácilmente para adaptarse a las necesidades específicas de la nave industrial.
Estructura de hormigón
El hormigón es un material extremadamente resistente y duradero, ya que puede soportar grandes cargas y resistir condiciones ambientales adversas, como terremotos, huracanes e incendios. Esto hace que las estructuras de hormigón sean adecuadas para las naves industriales.
Al igual que el metal, el hormigón es bastante práctico a la hora de utilizarlo para construir, pues se puede verter en cualquier forma y tamaño, lo que brinda flexibilidad en el diseño de estructuras.
Sin embargo, una de las mayores ventajas, y esto en relación con otros materiales, es que el hormigón requiere un mantenimiento relativamente bajo, ya que este no se ve afectado por efectos adversos como la corrosión, el óxido o las plagas.
Estructuras mixtas
Las estructuras mixtas, que combinan elementos de acero y concreto, ofrecen varias ventajas significativas en comparación con las estructuras puramente de acero o concreto, en principio por lo siguiente:
Primero, porque aprovechan las ventajas de resistencia a la tracción del acero y la resistencia a la compresión del concreto. Esto permite utilizar menos material en comparación con las estructuras de acero o concreto puro, esto significa que habrá una mayor eficiencia estructural y una reducción en los costos de construcción, factor que más busca cubrir hoy en día las empresas.
Segundo, porque cuentan con una mayor resistencia y vida útil que con respecto a las estructuras hechas con uno solo de estos materiales. Por un lado, el acero utilizado, proporciona resistencia al fuego, ya que tiene una alta temperatura de fusión, por lo que tiene mayores probabilidades de resistir a los incendios, y por otro el concreto protege al acero de la corrosión, lo que aumenta la durabilidad de la estructura en entornos agresivos.
Por último, las estructuras mixtas se pueden fabricar en forma de elementos prefabricados Esto permite que una construcción sea más rápida, ya que los elementos se pueden ensamblar de manera eficiente en el lugar de instalación. Además, la ligereza relativa de las estructuras mixtas facilita el transporte e instalación en comparación con las estructuras de concreto masivo.
Tipos de cubierta de una nave industrial
Las cubiertas de una nave industrial son estructuras que cubren y protegen el techo de la nave, las cuales son importantes en la construcción de esta, y están diseñadas para proporcionar resistencia y durabilidad, así como para proteger el interior de la nave contra los elementos externos.
Cubiertas simples
Este tipo de cubiertas, constan de una sola capa o panel, y generalmente están hechas de los siguientes materiales:
Chapa de acero galvanizado, el cual es un material popular para las cubiertas industriales. Es duradero, resistente a la corrosión y tiene una buena capacidad para soportar cargas de viento y nieve. Además, su instalación es relativamente sencilla y económica.
Tejas metálicas, las cuales son duraderas, resistentes al fuego y a la intemperie, y de muy bajo mantenimiento.
Cubiertas tipo deck
También conocidas como cubiertas de piso metálico o cubiertas de piso deck, este tipo de cubiertas están compuestas por una lámina metálica perfilada, generalmente de acero galvanizado, que se coloca sobre la estructura de la nave para formar el techo y el piso.
Se caracterizan por ser impermeables, evitando filtraciones de agua en el interior de la nave, excelente vehículo para proteger los productos o materiales almacenados dentro de la nave.
Así mismo, cuentan con un alistamiento acústico-térmico, generalmente hechas con planchas de lana de roca, perfectos para los entornos industriales donde se requiere controlar la temperatura para proteger los productos o crear condiciones de trabajo adecuadas.
Cubierta tipo sándwich
Otro ejemplo de cubiertas, son los paneles sándwich. Estos paneles están hechos con una capa externa de chapa de acero y un núcleo aislante en el medio, como poliestireno expandido (EPS) o poliuretano (PUR).
La ventaja de este tipo de cubiertas es que ofrecen aislamiento térmico y acústico, y que son de fácil instalación.
Cubiertas autoportantes
Estas cubiertas, consideradas las más innovadoras y versátiles del mercado, están diseñadas de tal manera que su propia estructura es capaz de resistir las cargas y distribuir el peso de manera eficiente. Permiten un diseño más flexible y abierto de los espacios interiores, ya que no requieren pilares o apoyos intermedios. Esto proporciona mayor libertad a la hora de distribuir el espacio y permite la creación de áreas diáfanas y sin obstáculos.
Por otro lado, consideramos que son una de las opciones de cubiertas más rápidas y económicas, dado a que elimina la necesidad de pilares o apoyos adicionales, reduciendo así, lo que son los costos de materiales y mano de obra.
Preguntas frecuentes
¿Cómo es la estructura de una nave industrial?
Bueno, si bien es cierto que la estructura de una nave puede variar de acuerdo con el propósito de su uso, y a las preferencias y necesidades de la empresa, generalmente cuenta con elementos que son el común denominador de cualquier nave, independientemente de su uso. Dichos elementos son:
Cimientos: Los cimientos de una nave industrial son la base sobre la cual se construye toda la estructura de la nave. Son fundamentales para proporcionar estabilidad y resistencia, especialmente considerando que las naves industriales suelen ser grandes y pesadas.
Estructura principal: La base o eje central de la nave industrial, la estructura está compuesta por vigas, columnas, generalmente de acero, no obstante, también pueden ser de otros materiales resistentes, lo cual va a depender del diseño y los requisitos de carga.
Cubierta: La cubierta de una nave industrial es la estructura que protege y cubre el espacio interior de una nave o almacén utilizado para actividades industriales. Su principal función es proporcionar cobertura y protección de agentes exteriores, así como brindar seguridad y estabilidad estructural.
Puertas y accesos: Por supuesto que es indispensable que las naves cuentan con puertas de acceso, esto para permitir el libre flujo de entrada y salida de vehículos, mercancía y trabajadores. Estas puertas bien pueden ser correderas, enrollables, seccionales, entre otros, dependiendo de las necesidades específicas.
¿Cómo se clasifican las naves industriales?
Los polígonos o zonas industriales deben cumplir con el Reglamento de Seguridad contra Incendios en Edificios Industriales (RSCIEI), que establece requisitos para la clasificación de edificios industriales. En este orden, se clasifican en orden alfabético, se la siguiente manera:
Tipo A:
Las naves de tipo A tienen una estructura portante común con otras naves o establecimientos vecinos, es decir, hay un mayor riesgo de propagación de incendio, por lo tanto, es necesario disponer de un sistema de barreras cortafuegos altamente eficaz.
Tipo B:
Las naves tipo B, son establecimientos que cuentan con una estructura, divisiones internas y techos separados de los edificios vecinos, ya sea que estén adosados o se encuentren a una distancia inferior a 3 metros entre sí.
Tipo C:
Una nave industrial de Categoría C es aquella que ocupa todo el edificio y se encuentra a una distancia mínima de tres metros de otras estructuras. Es importante que este espacio entre las naves esté completamente despejado de cualquier elemento que pueda facilitar la propagación de un incendio.
¿Cómo se ventilan las naves industriales?
La ventilación de las naves industriales es indispensable para el óptimo funcionamiento de las condiciones del aire, pues en caso contrario, se puede generar en el interior gases, partículas nocivas, humedad, malos olores, etc. Que podrían afectar tanto a los productos que están almacenados, como a los trabajadores que laboran dentro de la misma.
Por consiguiente, para evitar este tipo de problemáticas, es importante adecuar la nave industrial, por eso, es clave identificar el tipo de ventilación que necesita tu nave, y de esa manera cumplir con las expectativas de funcionamiento. A continuación, te hablaremos de algunos ejemplos de ventilación:
Ventilación natural: Este tipo de ventilación se basa en el aprovechamiento de los mismos recursos naturales, tales como el viento o corriente de aire. Para ello, se requiere la apertura de ventanas o aberturas que están estratégicamente ubicadas en la nave, y de esa manera permitir el flujo de aire.
Ventilación forzada: Este método es el más común de ventilación para las naves industriales. Consiste en el uso de ventiladores o extractores de aire, que fuerzan el movimiento de este dentro de la nave. De igual manera, los ventiladores o extractores se ubican en puntos estratégicos, para que el ciclo de aire sea más fresco y dinámico.
Sistemas de climatización: Un sistema más sofisticado, pero a la vez más costoso, es la instalación de un sistema de climatización, el cual es muy aconsejable utilizar, para aquellas naves que requieren un control preciso de la temperatura y la humedad. Consiste en la inclusión de aires acondicionados y/o sistemas de calefacción que permiten un mejor confort para los productos y trabajadores del área.
Ventilación por presurización: Este tipo de ventilación es aconsejable utilizarlo, cuando se requiere un control más estricto con respecto a la entrada de polvo, humo o gases peligrosos. Este consiste en mantener una presión positiva dentro de la nave, que con respecto al exterior, de manera que se evita la salida de aire y se evita la entrada de agentes contaminantes. Se puede lograr gracias a la instalación de un buen sistema de filtración de aire, y un sellado adecuado de puertas y ventanas.
¿Qué altura tienen las naves industriales?
Sí bien es cierto que la altura de las naves industriales es un aspecto que puede aportar mayor espacio y confort para el almacenamiento, es importante hacer mención que la altura máxima viene determinada por una normativa (la cual es de 12,50 Mt), por lo que la elección de esta no debe superar la máxima fijada. Es crucial aclararlo, ya que las actividades destinadas para su uso podrían posiblemente verse afectadas si no se tiene conocimiento al respecto.
La altura libre más habitual entre las naves industriales está dada entre los 11 y 12 metros, que viene a ser el equivalente a un edificio residencial de aproximadamente 4 plantas.
Entonces, para concluir, podemos decir que las naves industriales cuentan con diferentes estructuras especializadas, destinadas para albergar actividades comerciales, almacenaje y producción. Dichas estructuras pueden ser espaciosas, versátiles y adaptarse fácilmente a las necesidades específicas de cada industria, por lo que su diseño, material y dimensiones siempre irán en función de estas.
Ahora bien, si lo que necesitas son espacios adicionales para tu empresa con el fin de almacenar temporalmente excesos de material y/o si deseas aumentar tu capacidad estructural de stock, Nave 10 te puede ayudar, pues nos encargaremos de diseñar el tipo de almacén más adecuado a tus necesidades con todo tipo de opciones: cerramientos rígidos, techos inflables, puertas industriales y puertas de emergencia, sistemas de iluminación, de ventilación, de calefacción e incluso con aire acondicionado.
